Eva es la primera mujer, la de Adán; la flaca que se hizo la difícil pero terminó enamorada de Wall-E; el personaje de Mankiewicz que encarnó Anne Baxter; una vedette peruana apellidada Abad; una chica española que, a decir de Fórmula Quinta, se fue buscando sol en la playa con su maleta de piel y su bikini de rayas...
Pero Eva también es Eva Bracamonte, hermana de Ariel, que ha sido condenada a 30 años de prisión por el asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer.
No me interesa juzgar ni opinar sobre la inocencia o culpabilidad de ambas. Siempre es una pena ver a dos hermanos enfrentados en una disputa legal, odiándose y culpándose; siempre es lamentable que July Natters, en vez de estar creando otro éxito de calidad como Pataclawn esté dedicada a defender hasta lo indefendible en este caso.
Me parece que sí vale la pena comentar la fácil manipulación que hacen estas dos chicas de su condición de personas homosexuales para decir que la sentencia está empañada de homofobia. Liliana Castro ha dicho que los jueces se dejan llevar por su homofobia para fallar en su contra. Vale decir que cuando un juez homosexual (que debe haber) se deja llevar por la heterofobia cuando condena a un hetero?
No pues, condenar a un homosexual por un asesinato donde lo sexual no tiene influencia no tiene nada que ver con la homofobia. Y repito - hasta el cansancio - decir que los homosexuales están desorientados y equivocados en su identidad sexual no significa ser homófobo. Los homosexuales pueden hacer cosas muy buenas y muy malas, como también podemos delinquir o vivir correctamente quienes estamos normalmente identificados con nuestro sexo.
En todo caso, si el tribunal fuese homófobo daría empate a cero porque Ariel es homosexual, también.
Creo que, al dar una opinión respecto a este caso, debemos dejar de lado el tema de la homofobia porque no tiene lugar. Hacerlo es sospechoso, malintencionado o paranoico.
Amigo burrito, saca experiencia: Vive bien, vive correctamente. No te dejes llevar por las malas juntas (mira nomás a Ariel y su "amigo" el "Ramazzoti" peruano).
Pórtate bien, caramba!