Paso a exponer porqué.
Primero, hay que oponerse a la denominación "género". Se debe decir SEXO. El sexo es Masculino o Femenino (aunque Indochina cantaba 'Tercer Sexo'). La palabra GÉNERO se refiere al género humano o al género gramatical (donde sí hay neutro) o a las telas.
La ideología de género ha sido impulsada con éxito por los congresos feministas y las radicales feministas y por los colectivos gay. Hoy es aceptado mayoritariamente pero es incorrecto. Dicen que la persona tiene la opción de elegir el género al margen del sexo que posea. O sea, soy hombre pero mi opción de género puede ser homosexual o bisexual. Eso es querer legitimar lo antinatural...
Pero el tema de esta propuesta es otro error. Un errorazo. La capacidad personal para asumir cargos públicos no tiene que ver con el sexo. Una mujer puede ser muy buena para gobernar un país, pero no por el hecho de ser mujer sino por ser capaz. Ser varón o mujer no es la condición para gobernar; decir eso es denigrante para la mujer o el hombre. Claro, porque es verdad que la mujer siempre ha estado sojuzgada, relegada en la sociedad y merece igualdad de oportunidades pero no porque es mujer, sino porque es capaz de prepararse, de ser, culta, hábil.
No se trata de que en las listas hayan mitad y mitad, hombres y mujeres, sino de que estén los mejores. El asunto se resuelve antes: cuando se le permite o se promueve la educación de las mujeres, su preparación para el trabajo y, en este caso, para que pueda acceder a la política, lo mismo que los hombres. Por eso digo que esta norma es sexista y machista, porque se centra en el sexo femenino como si la mujer necesitara una compensación por su sexo. La mujer vale para la política por ser competente, trabajadora y luchadora, no por ser mujer.
¡Ay, la inclusión mal entendida!
Ahí está la noticia, para que leas:
http://elcomercio.pe/actualidad/1483970/noticia-gobierno-plantea-alternancia-genero-listas-candidatos
