¡Qué bonito es Ecuador! Es verdad. Lo dice un peruano muy orgulloso de su Perú y eso lo confirma como un comentario sincero: Ecuador es muy bonito. Un país que tiene caribe y sierra, fiesta y nostalgia. Hace poco regresé a Guayaquil y pude ver lo bien que hace tener al menos tres periodos de gobierno municipal honrado y emprendedor. La ciudad que, como todas, tiene sus cosas buenas y malas, tiene más cosas buenas y muy buenas. Es una ciudad hermosa, sencillamente, digna de ser visitada. El malecón 2000, el barrio de Las Peñas, el Museo Natural, sus playas y su gente, muy parecida a la buena gente nuestra.
Quito no se queda atrás. Es una ciudad tranquila, acogedora y bella, es una capital de la república sin los grandes vicios de las capitales y su gente es de primera.
Y así, son bellas Loja, Cuenca y puedo seguir...
De Ecuador uno se puede traer muchas cosas y recuerdos. Yo, visitante agradecido, me quedo con un CD que compré de los pasillos de Julio Jaramillo, el más grande, cantado por Juan Fernando Velasco.
No digo que Ecuador no tenga lugares deprimidos o descuidados, lo mismo que mi Perú, lo que subrayo es el deseo de sus autoridades de hacer de Guayaquil y Quito, en concreto, dos ciudades que cuidan el turismo.
Bueno, ya está bien de halagos, mejor los dejo con una canción/poema de Medardo Angel Silva, joven poeta guayaquileño que murió muy joven y escribió tan "chévere". El poema se hizo canción y la cantó el inolvidable Julio Jaramillo y la acaba de actualizar Juan Fernando acompañado de Fonseca. Difrute usted, pana!