Leyendo El Comercio me topo con la encuesta de la sección A, página 2 y sonrío al comprobar que a veces (no siempre) la mayoría sabe lo que dice y no hay vuelta que darle.
Esta es la primera vez que veo que casi todos estamos orgullosos de ser peruanos: 95 %. Si me lees, muchachito del ayer, joven aún, no me dejarás mentir. Hace algunos años, el sentimiento de peruanidad estaba asociado a que teníamos todos los climas, todas las regiones naturales, un buen grupo de héroes, el voley y nada más. Ser peruano era como tener derecho a quejarse de uno mismo y de la cultura desordenada, improvisada y por eso y muchas cosas más, generación tras generación huía del país, de sus bombitas terrucas y de su desempleo.
A mí no me corresponde decir si ese cambio se debe a tal o cual presidente. Que las causas las ubiquen otros. A mí me toca decir que es verdad, que veo al Perú distinto, con fe en sus propias posibilidades, con empuje.
¿Nos pasará como a Chile, México o Argentina, que viven su nacionalidad con fervor? ¿Será nuestra comida, Machu Picchu, la música y nuestros recursos motivos suficientes para vivir el orgullo nacional? No lo sé. Lo que puede ayudar es enfocar en aquello que debe erradicarse de nuestro modo de ser para que no nos estorbe en el tránsito a un Perú mejor. Yo me atrevo a hacer mi listita. A ver si tú le agregas más o me das la contra: (están en orden de importancia)
DIEZ COSAS QUE ODIO DE TI, PERU:
1. La falta de educación: Esa que no te deja ver la verdad y te hace opinar sin saber, criticar sin fundamento. La ignorancia que hace que la gente, cuando ve atrapar a un ladrón dice: Pobrecito, déjenlo, hombre! La falta de educación de tanto niño que va a la escuela pero que no aprende nada bueno, con profesores inmorales e ignorantes. La ignorancia atrevida del periodista morboso que no es consciente de su rol.
2. El ansia de aprovecharse del poder de los gobernantes a todo nivel. Tanto congresista que se quiere servir y que no tiene cultura política ni ética. Tanto ladrón, tanto sinvergüenza que quiere recuperar la inversión y jura por la plata.
3. La informalidad: Difícil tradición peruana que cree que colarse en la fila es de vivos y respetarla, de cojudos. Informalidad en el tránsito, informalidad en los trámites, informalidad en el comercio y en la calle.
4. El honor de la Policía Nacional: Que ha hecho creer que su divisa no es el honor sino el nuevo sol. No todos, pero muchos policías que aunque ganaran 1000 soles mensuales más no dejarían de coimear. Que cuando uno se accidenta, en lugar de ayudarte, te bolsiquean, que para perseguir al ladrón, primero te piden para la gasolina...
5. La justicia tan lenta y tan injusta: Donde los procesos judiciales se aceleran en función a la influencia y al lobby.
6. La falta de solidaridad por la cual la pobreza extrema no tiene cuando acabar. Da pena ver cómo la ropa que se dona para el frío del sur acaba en los mercados...
7. La televisión nacional: Que siendo un reflejo del país también podría ser agente educativo pero no lo es. Hay que cuidar a nuestros hijos de lo que ahí nos presentan y queda muy poco para ver.
8. La delincuencia, en específico, los marcas y los narcos; los primeros porque en lugar de hacer empresa legal, se apoyan en la inoperancia de la policía y la sociedad civil organizada para lucrar de manera vulgar; los segundos...ya se sabe perfectamente el daño que hacen.
9. El servicio de salud que atiende de manera tan calamitosa a los usuarios. La pobre gente muere esperando por su salud. Excluyo a los buenos médicos y enfermeras que nadan contra corriente. Ellos tienen el cielo ganado.
10. Los padres que no educan con responsabilidad: Los padres que abandonaron a sus hijos, los que sin dejarlos no le dan lo mejor de sí. Los que piensan que hay que darles cosas en lugar de tiempo y amor. Los padres que no quieren serlo y matan a sus hijos antes que nazcan.
Ya me extendí. No es mi costumbre. Me disculparás pero el rollo era necesario.
Vamos a pensarlo y a trabajar en esto para hacer patria.
VIVA EL PERU!