Mis condolencias por tener ahí, enquistado, a uno más burro que yo. Porque hay que ser burro pero en extremo para hacer lo que Nico Maduro hace. De algún modo está superando a su maestro.
Qué duda cabe que estas elecciones iban a ser fraudulentas. Pero lo que no estaba en los cálculos era que Maduro iba a ser tan torpe de hacerse nombrar ganador oficial en menos de lo que se persigna un cura loco (como decía Tulio Loza). Es increíble cómo se hace tan evidente la trafa, que hay fotos de ánforas quemadas, incautadas o arrojadas a la basura; y para dar explicaciones dicen las fuerzas militares que se les cayeron. ¡Que se les cayeron!, así de fácil, como cuando se te caen 10 céntimos. No pues!
Y ahora el viernes va a juramentar. Seguro que irá... déjame adivinar... Evo, Cristina, Raúl y Dilma. ¿Ollanta? Si va, le va a llover en el Perú, sobre todo los fujimoristas que van a decir: "Cómo no indultas a alguien que dices que se zurró en el estado de derecho y te vas a felicitar (legitimar) a un fraudulento."
Y encima este fulano se le ocurre decirle nazi a Capriles cuando lo que el hombre está haciendo es intentando reclamar ante una evidente violación de la legalidad. ¡Qué barbaridad!
¡Cuánto lo siento, mis queridos venezolanos! Ustedes no se merecen el payaso que tienen en la presidencia. Ese Snoopy con bigote (Snoopy, porque siempre lo acompaña un pajarito). Si todavía pueden hacer algo, háganlo. Me parece que la batalla no está perdida. Saquen al impresentable de ahí, pongan a quien quiera que será mil veces mejor que Maduro.
Sáquenlo del país, no más no se les ocurra mandarlo para acá...
