Sha'tá, tenemos Papa nuevo. Hoy 19 de marzo tomo "posesión de cargo" - digamos así - el Papa Francisco, que ya ha puesto de vuelta y media a mucha gente mostrando una faceta inesperada para un Sumo Pontífice.
Es un papa argentino, ¡qué querés que te diga!, canchero, porteñazo, criosho y humilde (esto último, una sorpresa total en vista de su nacionalidad). Francisco ha tenido gestos que han caído muy bien en los que esperan de la Iglesia un poco menos de protocolo, por ese lado está muy bien que el Papa suba al metro, salude a San Lorenzo de Almagro y reciba a Cristina Fernández (y tratarla bien, que es bastante pedir).
Es bueno que entendamos, gracias a estos gestos de SS. Francisco, que el pontificado no es un trono desde donde el Papa, lejano al pueblo, se envanece. El Papa es un hombre capaz de entregar su vida al servicio de los demás y que quiere y siente como todos y que además se carga con todo lo bueno y lo malo que ocurre en la Iglesia. A los buenos católicos les corresponde rezar.
Viene muy bien la forma de ser de Francisco y celebramos su presencia a la cabeza del catolicismo.
Tema aparte el orgullo de mis amigos argentinos que ya gozan y sufren de este nuevo motivo de alegría. Digo sufren porque ya han empezado a aparecer los memes sobre el tema; y digo gozan porque han celebrado esta noticia como si fuese el campeonato mundial de fútbol y no es para menos, es justo y necesario.
Aquí les dejo un video del programa Peligro sin Codificar en el que Yayo se manda la cumbia papal (menos mal no dijo lisuras...). A divertirse, con respeto, eso sí.
