Sé que puedes decir: ¡Ah, claro, comienzas por Ollanta, ya vemos por dónde vas! Te pido tranquilidad, doctor. Arranco por Ollanta, como dicen los gringos, "for no particular reason" o porque encontré un videíto muy gracioso que viene a cuento.
Estoy asombrado por el cambio que muestra Ollanta Humala. Se ve que está muy bien dirigido. Su mujer Nadine, como su nombre lo indica, no dice "nadín", no aparece; sus papás no opinan para nada; sus polos rojo - revolución desaparecieron; su discurso se moderó tanto que él mismo se hubiese criticado duramente de haberse visto hablar así el año pasado. ¿Puede acaso una criatura cambiar tanto en tan corto plazo? Visita al Cardenal, de pronto respeta la institucionalidad, ya no habla de romper la constitución, no menciona al buen Andrés Avelino Cáceres, ya no habla de su hermano, ya no habla de la raza cobriza, ya no se junta con Evo ni Chávez...
¿Qué paso? ¿conversión milagrosa o estrategia electorera?, ¿madurez personal o ropa nueva de campaña?
Cuidado con las apariencias, cuidado cn los engaños. Yo no afirmo que mienta, pero me parece que no sería raro.
Me quejo del pueblo, sí, que olvida rapidito, que se la cree inmediatamente. Ollanta sube en las encuestas y no me sorprendería que ganara. Ya ha pasado eso antes. Los venezolanos se la "tragaron" facilito y ahora tienen a quien tienen atornillado en la presidencia hablando incoherencias, sentado en su petróleo.
Es verdad, Ollanta no es Hugo, pero cuidado. Te invito a ver un antecedente muy ejemplar, burrito lector.