Nos estamos acostumbrando a que las campañas electorales estén marcadas por el escándalo y las denuncias. Muchachos electorales primerizos: la democracia no tiene que ser así. Nuestros tiempos electorales me hacen pensar en las novelas mexicanas donde la novia, al pie del altar, se entera que el novio no la quiere, es casado o desgracias por el estilo. Las elecciones se convierten en rings de box o de vale todo, mejor dicho.
Todos estamos presenciando ahora otra contienda más, llena de escándalo y golpes bajos. Lourdes Flores chuponeada, mandando a todos a meterse la alcaldía en las profundidades del ser; Susana Villarán siendo acusada de tener allegados de extrema izquierda; Fernando Altuve, criticando todo... Un buen resumen de todo esto sale de la boca de Luis Iberico, en una entrevista fugaz: "Aquí estamos, preparados para la guerra"
Parece guerra, no debería serlo. A los escépticos habría que decirles que sí se podría hacer una campaña mejor, no digo pura y santa, pero - al menos - mejor, con un electorado bombardeado de las propuestas de los candidatos antes que de cancioncitas cumbiamberas con la letra cambiada y palos por doquier.
Al medio de todo esto, la prensa y las encuestas, sobredimensionadas. Para ejemplo basta mencionar a Bayly, que es probablemente el mejor aliado de Susana Villarán en contra de Lourdes Flores.
No veo las horas de que acabe...y que gane el mejor, aunque eso está bien bien difícil.
