miércoles, 27 de mayo de 2009

Mi vida como televidente. 3G y la degeneración


3G, un programa cuyo formato es muy atractivo, que tiene un conductor y actor importante como Brero, un ingenioso aunque díscolo Ciccia y una psicóloga que aporta muy poco; ya me está decepcionando.
Hace una semana se presentó el tema Mi vida como homosexual. Hoy, Mi vida como lesbiana.
En ambos casos ha habido claramente una posición relativista sobre el tema. Joven que lo vea se podría quedar con las siguientes ideas erradas:
1. El homosexualismo no solo es normal, sino que todo aquel que lo considere una práctica inmoral o una distorsión personal es un retrógrado intolerante.
2. Las familias de homosexuales deben apoyarlas en términos de ser activistas.
3. Las parejas homosexuales pueden y tienen derecho a formar una familia y criar a los hijos.

Hay tantas cosas equivocadas en estos dos programas... Destaco estas dos: 
Es un error disociar la sexualidad con la identidad sexual (llamada "de género") La tarea humana es identificarse sexualmente con el sexo que se es. Lo contrario es una anormalidad en sentido estricto de la palabra.

Es un error pensar que los homosexuales pueden formar una familia, constituir un matrimonio y tener hijos. Simplemente no se puede constituir una familia a partir de una unión que no encierra el llamado a la procreación. Todo lo demás es simplemente sentimental y rencorosamente reivindicativo.
Los hijos, además, no son - ni siquiera para un hombre y una mujer - el objeto de nuestros deseos. No tenemos derecho a los hijos. De esto hablaré después.

Los señores de 3G, los productores, parecen haber tomado una posición tolerante frente a lo que no se puede tolerar. Parece que quieren ver normal lo que no es. Pero ya se ve que esta posición va en aumento. 
Harta chamba para los padres que no nos dejamos arrastrar por la corriente.
Y si opinas igual a mí, hazte oir, no te quedes callado.