Qué gracioso este debate que se ha armado a partir del nuevo libro del famoso físico Stephen Hawking, The Grand Design.
Para comenzar, aclaremos quién es este señor, ¿no?
Hawking es, para no entrar demasiado en su curriculum vitae, probablemente el físico más famoso y reputado de estos tiempos. Ostenta la cátedra que tuvo en su momento el mismísimo Newton.
¿Y qué ha dicho? Ha dicho que el universo se creó de la nada. Y en eso, todititos los que buscan una razón para "librarse" de Dios empezaron a celebrar. Y lo peor de todo, muchísimos que ni siquiera saben quién es o de qué habla este físico inglés, aplauden o se escandalizan dando por cierto lo que dicen los portales y los periódicos.
Yo no me voy a hacer el erudito, si apenas recuerdo en qué consiste el Movimiento Rectilíneo Uniforme, pero en lo que respecta a la existencia de Dios me dice el sentido común que ningún hombre será capaz jamás de demostrar que Dios no existe; que tampoco habrá hombre alguno que dé una prueba directa de El.
Hawking, tú y yo, muy probablemente habremos muerto y no se resuelva la cuestión del modo y forma en como quiere el famoso físico que se haga. Lo que sí habrá es gente que pueda intuir, viendo la perfección del mundo, la imposibilidad de que todo sea fruto del azar. Pensar que todo es casual sería como decir que tiro 200 000 piedrazas desde el cielo y al caer se alinean y se forma Machu Picchu, así de fácil...
No pues, Stephen, tampoco, tampoco...
