A estas alturas del partido, cuando el burro tiene dos añitos dándole de manera intermitente pero sin freno al comentario de lo que ocurre en la universidad de la vida, creo válido hacer una excepción a la regla y me mando a comentar una noticia que tiene que ver con la vida cristiana católica (normalmente no escribo sobre fe, pero esta vez vale la pena).
Probablemente no lo sepas pero ha llegado el domingo al Perú, Mons. Javier Echevarría, el Prelado del Opus Dei. Viene después de 14 años a visitar a sus hijos, a los sacerdotes, a las familias, a los jóvenes de Lima, Cañete, Piura y, en fin, de todo el Perú. Mañana estará en la Universidad de Piura, al mediodía.
Quienes vamos a verlo estamos seguros de que será una ocasión única y de que saldremos renovados en la fe y el amor a la Iglesia y al Papa.
En el tema del Opus Dei, el mundo se divide en tres grupos, básicamente: los que conocen a la Obra y le quieren y respetan; los que no la conocen y la ven de lejitos, con cierto recelo, y los que le conocen mal y hablan porque es "rico" hablar mal y además en más fácil.
Yo, desde el primero de los grupos, escribo a los del segundo para que, si tienen oportunidad de conocerla no se dejen llevar por los del tercer grupo y se informen bien. Se puede conocer a las personas por sus obras, por eso les recomiendo entrar a www.opusdei.org y a www.escrivaobras.org y enterarse un poquito. Verán que hay un mundo de cosas buenas y miles de personas tratando de ser mejores en su vida de trabajo, en su familia y, en general, en cada una de las circunstancias ordinarias que les toca afrontar.
Nada más. Qué tal si nos dejamos de Magalys, Baylys, Roberto Martinez, Peluchines y demás y nos planteamos seriamente la vida que nos queda. Pon el corazón en algo que valga la pena, que tu vida no sea una vida estéril. - Sé útil. - Deja poso.