viernes, 28 de junio de 2013

Agüita sucia

La historia cuenta que, luego de derrotar al tigre, los antiguos hombres que vivían dentro de la cueva, como estaban polvorientos, salieron a lavarse en la laguna. Los que salieron primero de ella estaban blanquitos, limpiecitos; los que se bañaron en agua turbia, salieron indios (así, marroncitos como tú y yo) y ya, al final, los que se bañaron en agua cochina salieron negros.
¿De dónde sacó la leyenda Oscar Espinar (el adaptador), la Editorial San Marcos y la puso en su plan lector que se llama Aromas (libro con nombre de cafetería)? Yo te lo voy a decir:

Se trata de una leyenda indígena colombiana que narra esa historia. La diferencia es que el río era de leche y que los negritos, apenas si pudieron mojar las plantas de los pies y las palmas de las manos. Lo demás es tal cual lo ha presentado el libro.

¿Es racista? Y si lo es, ¿cómo es que se trate de una leyenda indígena, INDÍGENA, colombiana? Yo, como siempre, te diré mi opinión:

1. El racismo es un flagelo. Hay que combatirlo en todas sus formas. Tanta gente ha sufrido y sufre las consecuencias de que se asuma equivocadamente que una raza es superior a las demás. Es un absurdo que sobrevive, pero es un absurdo.

2. A veces se contribuye al racismo sin querer, solo descuidándose como se ha descuidado esta empresa. De los cuchucientos mil cuentos y leyendas que existen, justo tenían que elegir este texto para segundo grado, donde los chicos toman las cosas al pie de la letra. Es claro que no es un texto científico, antropológico y que es puramente literario, pero no hay que ignorar que la literatura es a veces más influyente. Al menos, hay imprudencia en la selección, porque la leyenda, sin ser ofensiva puede dar pie para reforzar la discriminación de las personas por su raza.

3. Pero tengamos cuidado. La leyenda viene conociéndose hace muchísimos años, mucho antes del nacismo y aun después y nadie ha dicho nada, nadie ha hecho escándalo, ni la ha denunciado. ¿Por qué ahora sale a la luz este tema? Parece como si la gente estuviera hipersensible a algunos tópicos. Antes le decías a tu amigo "Oye, cholo" o "Negro" y la gente entendía que se trataba de una manera de dirigirse sin mala intención. Pero ahora no se puede decir eso! Ahora hasta se puede denunciar.

Son épocas de hipersensibilidad para algunos temas: discriminación, intolerancia, antitauromaquia, defensa de los animales, anti tabaquismo. Para estos temas somos muy civilizados ahora. Lamentablemente, para temas de defensa de la vida, para denuncia del aborto, de la manipulación genética, del ataque a la familia y de la pobreza, ahí sí no decimos nada... miopía y mutismo. 

No está bien el racismo, eso está claro, burrito. Pero cuidado con criticar cualquier sospecha de racismo y, al mismo tiempo, cholear a la gente en cada esquina o cuidar la cartera cada vez que se cruza un morenaje, o pensar que necesariamente los cholos olemos mal.

No veamos racismo en todo: no hay racismo si el negro mama sale en la tele, si la paisana Jacinta tiene los dientes picados, si el jueves de pavita pone a negritos a bailar, si se cuentan chistes como el que dice: Blanco vestido de blanco, médico; negro vestido de blanco, mozo...

El dueño de San Marcos debería retirar la lectura. Caballero nomás, Aníbal Paredes. Pero no le van a decir racista, pues, eso es una exageración. Mejor critiquemos cosas peores, de las que te hablaré en estos días. Nos vemos, mi cholo!