lunes, 4 de febrero de 2013

Tu abuela!

Esas cosas que uno se entera en la tele, no? Una mujer, al no poder alojar a su hijo en el vientre, acuerda con la futura abuela para que esta lleve el embarazo; así, el pequeño es hijo de su madre e hijo de su abuela (porque madre es la que engendra, gesta y cría, no?). Es además nieto de su madre, hermano de su mamá, entenado de su abuelo... como diría Gianmarco, es una cosa de locos!

Fuera de bromas, la televisión ha presentado el caso como un acto sublime de amor y visto ligeramente, tiene su lógica: "si mi hija no puede sostener un embarazo, para eso estoy yo, que soy su madre y eso demuestra lo mucho que la quiero, al punto de pasar por el trance de estar embarazada (algo que tiene muchas complicaciones). Total, a los nietos los queremos como a los propios hijos y todo queda en familia. Encima, mi pobre hija viene de sobrevivir gracias a que su hermano le ha donado un riñón y ese milagro de vida merece un sacrificio como este. Es, al fin, una lucha por la vida"... Cerrao!

Y entonces, ¿por qué el burrito se paltea y dice que esto es incorrecto? Mira, si quieres no me sigas, pero te voy a decir algo que es la verdad y está libre de apasionamientos y sentimientos: Los padres no tenemos derecho a los hijos. Ya lo he dicho antes y lo repito. Ser padre es un don, es un regalo, no es un derecho,no es algo que se debe ejercer a toda costa, que se puede exigir. No.

Tenemos derecho a comprarnos un auto o un celular, a tener una casa, a tener un nombre, pero no estamos en condiciones de exigir ser padres. Y hay quienes creen que sí, que pueden hacer todo lo que sea con tal de tener un hijo. Si ni siquiera el hijo que alumbra una mujer es su propiedad! Los hijos son prestaditos, son un encargo de Dios o de la vida, como quieras verlo! Un hijo es un don y un encargo, genera deberes y derechos pero no son derechos en sí porque sino serían como objetos a nuestro servicio.

Darle un riñón a mi hermana me ennoblece, sí señor porque ni mato, ni me muero y doy vida, porque le traslado un órgano y no un ser vivo independiente. Darle mi hijo a otra mujer, aunque sea mi gemela, no es igual que donar mi riñón. Las razones son:

1. Para implantar un embrión en útero ajeno (o incluso en el propio) hay que hacer fecundación in vitro y generar más de un ser vivo, de los cuales sobrevive uno y dejo morir al que no se implante y lo hago a sabiendas. Eso es inmoral.
2. La condición de madre no tiene subdivisiones. Madre es quien aporta los genes y gesta y alumbra y cría y educa. Separar este único don natural es violentar las cosas y da pie para mucha barbaridades (como el vientre de alquiler).
3. Hay una natural vinculación física y afectiva de la madre gestante y la criatura, no es posible ceder esa realidad a terceras personas.
4. Los hijos merecen un proceso natural en su desarrollo.

Los padres confunden y abusan. Es el amor a sí mismo el que los mueve a violentar de ese modo a la naturaleza. Los padres confunden su amor propio que les exige el deseo de tener hijos con el amor a los hijos. En todo caso, la adopción sí es muestra de amor al hijo. Hay más amor en adoptar que en alquilar un vientre que eso sirva a mis fines.

No niego que hay bondad en el caso que he citado al inicio, pero no hay formación ni amor recto. No basta amar; en todo caso, hay que hacer las cosas como se debe. Que no nos ciegue el deseo de tener hijos y terminemos matando vidas o enredemos las vidas ajenas.

Y como ya me puse serio, mejor lo dejamos ahí. Hasta la vista, baby!