jueves, 4 de octubre de 2012

Chau, toros!

Cómo cambia el mundo, no burrito? Hasta hace poco tiempo nomás la gente fumaba en el cine, en el restaurante, en el bus. Ahora ya casi ni fuma. Uno mismo ve a alguien fumando y piensa: qué desadaptado social! Ahora no se puede decirle negro a un negro ni de cariño porque te dicen racista. Ya no se puede contar un chiste de Pirula (te acuerdas?) porque eres homofóbico. Cómo ha cambiado el mundo! Bueno, en estos casos, mucho para bien.
Lo que no me cuadra, aunque lo entiendo perfectamente, es que ahora los muchachos se toman sus tragos mezclándolos con "energy drinks" como Red Bull, 360, Monster, Burn, entre otras. ¿Por qué los jóvenes combinan un estimulante con un depresor? Quizás es ese deseo de nuevas sensaciones, como lo que pasa con los deportes de aventura; sentir la vida al máximo, escapar... Escapar... como si se pudiera escapar de la vida diaria o como si sea bueno vivir en la irrealidad.
El problema además es que estos estimulantes alteran el organismo de un modo que ponen en riesgo la salud actual y futura. Ya ni se diga de los problemas que causarían en personas con hipersensibilidad a sus componentes.
La juventud no necesita estimularse artificialmente, puede vivir la vida (como dice Susy) con mucho entusiasmo y energía, sin acudir a estas bebidas. Acostumbrar al cuerpo a las sustancias que provocan excitación reduce poco a poco la sensibilidad en condiciones normales. No acabes con tu vida de ese modo. Se libre, pollinito, se verdaderamente libre.
Y todavía son esos mismos jóvenes y adultos los que dicen ¡No a las corridas de toros! Que no maten al toro ni lo maltraten!, como si el toro de lidia no sirviera para lidiar.
Pero bueno; otra vez más se comprueba que la gente le presta más atención a los atentados en contra de los animales que las agresiones hacia las personas. 
A mí me gustan las corridas, para qué te voy a mentir, pero reconozco que son incivilizadas. Démonos cuenta de que peor está el consumo de taurina, más aun si se hacen las mezclas que te dije. Y ahí sí que nadie dice nada y todavía dicen que es fashion... más burros!