lunes, 1 de octubre de 2012

¡Feliz día, periodista de verdad!

A mí me gustaría que quedara claro en la cabecita de todos mis burritos seguidores un par de ideas sobre el periodismo:
La primera idea tiene que ver con la labor del periodista. Informar, me vas a decir. Sí, claro, pero eso no me deja tranquilo porque informar debe enterderse como decir la verdad y ahí sí que la cosa se pone fea. Hay algunos periodistas que creen que informar tiene solo que ver con decir las cosas al margen de nuestra opinión, o sea, se murió fulano de tal, el temblor fue de tantos grados... Puesto así puede ser periodista un lorito bien adiestrado. 
No, el periodista debe involucrarse con la valoración de lo que dice a fin de no ser solo un codificador del mensaje sino un emisor con inteligencia. No solo los llamados "periodistas de opinión" deben expresar lo que piensan. Todos están en el deber de decir lo que piensan ajustados a la verdad, incluso decirlo con sus gestos o actos si no se dicen con palabras. Si el canal exige que el periodista diga algo que no es verdad, el periodista puede manifestar su compromiso con la verdad incluso con la renuncia.

La segunda idea tiene que ver con la relevancia de la profesión. O sea, mi querido pollinito, el periodismo es demasiado importante para acabar hablando de vedettes o de si Justin Bieber vomitó el desayuno o el lonche. Tal es el caso de Beto Ortiz que hace un excelente Abre los Ojos en la mañana y un paupérrimo show, El valor "de la Verdad",( todavía). El asunto es que hay muchos ejemplos de periodismo devaluado, tanto así que es más fácil contar los buenos periodistas que los otros.
Mención aparte los periodistas de diarios chicha (incluido, algunas veces El Comercio). También los pseudo periodistas deportivos (cómo va a hacer periodismo Challe o el Tigre Navarro!).


Este burrito no es un periodista. Comunicador nomás, pero toma posición y se faja con el que le salga al frente. A ver pues, si quieres bronca, tócame la barbita!