lunes, 20 de abril de 2009

¡Quiero Libertad!

Digo Libertad y obtengo varias respuestas, todas distintas:
Mi abuela me hablaría de Libertad Lamarque, la que cantaba "A media Luz", un tango que tenía su encanto aun mayor en su voz delicada y enamorada. Tan sencilla, Libertad, que no parecía argentina.
Una señora, amiga de mi familia diría que libertad en este momento sería poder divorciarse para casarse de nuevo con otra persona alegando su derecho a rehacer su vida.
Vargas Llosa dijo hace años que Libertad es el valor más importante en la vida y en su honor se despacha cada novela que me da pena, pena a la mexicana.
¿Libertad de la Betancourt?, ¿libertad, la de Magaly y sus ampays?, ¿libertad a lo Harvey Milk? ¿Qué es la libertad?, te pregunto.
No vale esta vez devolverme la pregunta. Tómate unos minutos para opinar sobre la libertad con un comentario.
Yo me daré la libertad de leerlos todos y el próximo lunes ofrezco un manifiesto sobre el tema.
Otrosí: no hay mejor Libertad que la niña graciosísima de Quino en Mafalda. A propósito, date un paseo por la encuesta del final del blog.

Con cariño,


El Burro Mayor

La música a lo lejos

A 760 kilómetros de Lima, me he enterado que este 19 de mayo tocan los Jonas Brothers. Los hermanitos llegan al Perú como lo harán antes los Gallagher de Oasis, el 30 de abril, y como hicieron hace poquito los viejitos de Kiss, los Village People, los Iron Maiden y una retahila de grupos que ni el más alucinado de los peruanos pudo haber imaginado hace un par de años.
Me hace recordar la segunda parte de la década de los ochenta en que llegaron al Perú Soda Stereo, Hombres G, el Tri, Los Abuelos de la Nada, Mateos y otros grupos que los adolescentes de ahora ni conocen.
Qué ha hecho que vengan tantos y tan famosos visitantes? Parece que la aparente bonanza económica del país conjugada con la exoneración tributaria para este tipo de eventos son las razones.
Mi esposa dice que es la envidia que me hace decir que Los Jonas son puro marketing, que los seguidores de Iron Maiden o Kiss, si no son jovencitos, son tíos que se resisten al tiempo. Puede que tenga razón.

Bien por los limeños que pueden ir a verlos. Por mi parte, ya viajaré cuando venga U2. Los Jonas Brothers podrán fascinar a mi hijo y a mis sobrinas pero a mí no. Mientras tanto, haré causa común con mi hija y me conformaré con el Grupo 5 nomás.